Llegamos a Santiago el Sábado 30 de Abril, nos hospedó Javier y Rocío, ese día realizaban el cambio de departamento así que ayudamos en la mudanza, nos quedamos esa semana previa al viaje organizando, averiguando que podíamos traer, que no, consiguiéndonos cajas para las bicis, embalando el equipo, cambiando dinero a euros, apuntando tips de rutas, dar de baja plan telefónicos, activando tarjetas para el extranjero, averiguando cobros por giros, etc.
Se nos pasó volando la semana, pese a que santiago estaba frío, con lluvia y santiago centro con olor a cloaca, pasamos unos muy buenos días junto a Javier y rocío, visitamos a la mamá de javier, con quien compartimos y nos alimentó como reyes, visitamos a Sarpi y Fefy (rosita) y lamentamos no haber podido compartir con mas amistades que teníamos en la ciudad u otras que venían a santiago pero que se nos hizo difícil coordinar los tiempos.
Javier nos ayudó entre otras cosas, con la locomoción y a llevar el equipo la mañana al aeropuerto, tuvimos una suerte enorme ya que no nos cobraron por las bicis y tampoco nos pesaron el equipo, embarcamos la mañana del domingo 7 de mayo entre nostálgicos, nerviosos y emocionados por lo que nos depararía el cruce al viejo continente.